Las instituciones públicas y privadas suelen dar una imagen desinteresada, aun en sus gestos más bondadosos hacia los ciudadanos, pero inspiran un recelo y rechazo bien arraigado en muchos vecinos. ADAC es una muestra de ello, que navega entre las dos aguas de lo público y lo privado. Informaremos del coste del macro cartel artístico que anuncia ahora al vivero de empresas: ¿Quién lo ha pagado? ¿Qué utilidad práctica tiene en estos tiempos de crisis? ¿Quizás buscan un cambio de imagen? ¿A quién beneficia este macro anuncio?