COMUNICADO “MESAS CIUDADANAS PARA LA CONVERGENCIA Y LA ACCIÓN”
CONTRA LA RATIFICACION DEL TRATADO DE ESTABILIDAD, COORDINACIÓN Y GOBERNANZA DE LA UE: ¡NO A LA LEGALIZACIÓN DE LA INTERVENCIÓN! ¡LA CIUDADANÍA TIENE DERECHO A SER CONSULTADA!
En los próximos días (*) se someterá a ratificación en el Congreso de los diputados el “Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Europea”, también llamado Pacto Fiscal. La importancia de esta ratificación adquiere gran relevancia tras el reciente Rescate de la Banca española con un crédito europeo de hasta 100.000 millones cuyo garante de la devolución es el estado español.
El origen de este Tratado se remonta al pasado 2 de marzo cuando fue suscrito por 25 representantes de países de la UE (excepto Reino Unido y Chequia) , entre ellos por Mariano Rajoy, sometiéndose una vez más a las presiones e intereses de Agela Merkel y Sarkozy, en aquel entonces Presidente de Francia.
Dicho Tratado es una vuelta de tuerca en las políticas de ajuste fiscal iniciado con el Pacto euro plus, de cumplimiento riguroso de los objetivos de déficit estructural público del 0,5% del PIB y deuda publica del 60% del PIB en los plazos previstos por la UE, y que en el estado español, tras la reforma constitucional del artº 135 en septiembre 2011, se sitúan en el 3% para el objetivo de déficit público en 2013, y 2020 tanto para el objetivo de deuda pública del 60% del PIB, como de estabilidad presupuestaria o déficit público cero.
Con este Tratado se cede soberanía en beneficio de la Comisión Europea, así como de cual otro país o parte “contratante” del Tratado, los cuales podrán obligar a los países que se desvíen de los objetivos fiscales a corregirlo, pudiendo presentar demanda contra el país incumplidor ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea que podrá imponer sanciones al país demandado de un máximo del 0,1% del PIB (en el caso de España 1.000 millones de euros). Obviamente, una condena de esta naturaleza, sometería al país afectado a gravísimas turbulencias en los mercados financieros y el incremento de la prima de riesgo.
Por otra parte, en el Tratado, no se incluyen o alientan medidas que vayan en dirección de políticas de inversión pública, que estimulen la demanda y favorezcan el crecimiento económico. En realidad dicho Tratado blinda los intereses de los bancos y estados que han concedido préstamos, forzando a los países endeudados a devolver los préstamos a los acreedores, bancos, fondos financieros, etc. Las consecuencias de estas políticas de ajuste, como ya ha sido comprobado a lo largo de la historia y de la experiencia reciente, acentúan la recesión de los países con una gran deuda pública y privada, empujan hacia el desmantelamiento del llamado “estado del bienestar”, vacían de legitimidad las instituciones democráticas, extienden la pobreza, y pueden provocar situaciones de impago de la deuda pública y ruina económica.
Aunque la entrada en vigor del Tratado de estabilidad será en 2013, a nadie escapa su función disciplinaria en la gestión por el estado español del reciente rescate de 100.000 millones. Más allá de las condiciones que se vayan haciendo públicas sobre las condiciones del “rescate”, el contenido del memorándum, o las clausulas secretas que puedan acompañarle, el propio Tratado o Pacto fiscal es un instrumento para obligar a reducir el gasto público y social, y da la coartada legal a cualquier atentado al bienestar y la democracia en el estado español.
En efecto, el monto del rescate al estar garantizado por el estado español, generará intereses que incrementarán notablemente el déficit público y en el caso de la deuda publica hasta 10 puntos del PIB. El esfuerzo para reducir el déficit y la deuda pública en los próximos años se incrementará en varios puntos del PIB cada año hasta 2020. En tales condiciones la catástrofe económica en España está asegurada, mas pronto que tarde.
Con el “rescate” los países centrales de la UE, como Alemania, se ayudan así mismos reduciendo la exposición de sus bancos a la deuda de la banca española y socializando las pérdidas entre la ciudadanía del estado español vía déficit y deuda pública. Naturalmente el préstamo tiene un riesgo y es el impago de la deuda por el estado español, pero mientras ello no se produce la banca europea e internacional reduce su exposición a la deuda bancaria y pública española.
El 99% de la ciudadanía de España no puede permanecer impasible ante el secuestro de su soberanía y la imposición de las ataduras y obligaciones inaceptables contenidas en el “Tratado de estabilidad”.
Llamamos a las organizaciones sociales y cívicas, a las plataformas unitarias, a la ciudadanía movilizada en torno al 15M, a organizar el rechazo contra el “Tratado de estabilidad” y el “rescate”. Hay que impedir que el Tratado sea ratificado en los próximos días por el Congreso de Diputados, y exigir que tanto el Tratado como el “rescate” se sometan a consulta en referéndum al conjunto de la ciudadanía
Los diputados/as que voten a favor de su ratificación y se opongan a la consulta a la ciudadanía se comportarán como traidores y enemigos del pueblo. ¡Que sepan, que tarde o temprano, el pueblo los juzgará!
(*) Según consta en la web del Congreso de diputados el plazo para las enmiendas al Proyecto de Ley Orgánica que ratifica el “Tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza” finaliza el 12 de junio.
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Guerra mediática masiva
contra Syriza
Desde que el pasado 6 de mayo la Coalición de Izquierda Radical (Syriza) se quedara a un paso de conseguir la victoria en las elecciones legislativas griegas, los titulares tanto de la prensa local como de la internacional no han dejado de ocuparse de esta iniciativa política, pero para atacarla.
Antonio CUESTA | ATENAS
Esta presencia en los grandes medios no ha significado ningún tipo de reconocimiento hacia su importantísimo ascenso (del 4,6% de los votos en 2009 al 16,8%), ni siquiera para presentar a la coalición como una alternativa a las políticas de austeridad que han llevado a la economía griega a un callejón sin salida. Por el contrario, lo que se ha desatado ha sido una feroz campaña de criminalización contra Syriza acusándola de querer llevar a Grecia a la catástrofe, de convertirla en la Cuba de Europa, de apoyar el terrorismo... y calificando a su líder, Alexis Tsipras, de bolchevique, radical, dictador o apelativos tan ocurrentes como «el Chávez del Mediterráneo».
«Recibimos presiones fortísimas, que se incrementan día a día por parte de grupos mediáticos como Bloomberg», explica a GARA Kostas Issijos, responsable de Relaciones Internacionales de Syriza. «También de bancos extranjeros y del Banco Central Europeo, diciendo que las próximas elecciones habrá que elegir entre el euro o el caos de volver al dracma. Eso es un chantaje intolerable y muy peligroso pues amenaza la estructura política y social del país, que se ve sometida a una tensión fortísima», añade.
La pasada semana el Banco Nacional de Grecia publicó un informe en el que se advertía de que la victoria de Syriza en la próxima convocatoria electoral provocaría la salida del país de la eurozona ocasionando un desastre económico sin precedentes. Sin hacer ninguna referencia a los intereses sociales, los responsables del documento se centraron exclusivamente en las cuestiones financieras que se derivarían del abandono de la moneda común, planteando como única vía posible la continuidad de las políticas de ajuste comprendidas en el memorando de préstamo pues «pese a ser sin duda duras, la economía griega ha logrado avances significativos en áreas clave». Quizá los autores estaban refiriéndose a la cantidad de dinero público sin precedentes transferida a los bancos griegos, cifrada en más de 150.000 millones de euros, y sin la cual hace tiempo que habrían quebrado.
Comprensión de los brics
Para tratar de contrarrestar esa
campaña de desinformación, el líder de Syriza se reunió el miércoles en
Atenas con los embajadores de los países que integran el G20. Alexis Tsipras
trasladó a los diplomáticos sus planes de gobierno en materia económica y de
política exterior. «Les dijimos que nuestros deseos de cambio no pasan por
poner una bomba a la economía mundial -nos comenta Kostas Issijos-, pero sí por
acabar con esa política supeditada a los grupos financieros, oscuros y
antidemocráticos, que controlan el destino del país». «Igualmente fuimos claros
al plantear nuestro proyecto de reconstruir un espacio político y social que
tenga al ser humano en su centro, aplicando para ello medidas verdaderamente
democráticas», prosigue el responsable de Internacional de Syriza.
«Desgraciadamente, solo los países emergentes del grupo BRICS [Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica] estuvieron receptivos a nuestras demandas, mientras
que Alemania y el denominado 'club del norte' continuaron insistiendo en unas
políticas que ya han llevado a la ruina al país».
Tsipras ha dejado claro durante la
campaña que su prioridad es contrarrestar el pánico. «La gente superará el
miedo. No sucumbirá ante él, no serán chantajeados», dijo días atrás. Y las
últimas encuestas, publicadas el pasado fin de semana, muestran en efecto un
crecimiento de la coalición de izquierdas y la posibilidad de que alcance la
victoria. El mismo domingo, en el Museo Benaki de Atenas tuvo lugar un
interesante debate que, bajo el título «El corazón de Europa late en Grecia»,
reunió al joven candidato y al filósofo esloveno Slavoj ÎiÏek. Este trasladó la
oleada del miedo a los mercados globales, pues los ciudadanos griegos «ya
tienen bastante con preocuparse por su día a día, que está llegando a un
extremo de miseria como Europa no había conocido desde hace décadas», al tiempo
que pidió un esfuerzo solidario paneuropeo para arropar a Syriza. El pensador
elogió el valor y el compromiso democrático de la coalición en su tarea de
tratar de arreglar el desastre creado por otros: una tecnocracia despolitizada
en la que a los banqueros y a otros expertos se les permite demoler las bases
del Estado de derecho.
Syriza es, posiblemente, una de las
últimas oportunidades para conseguir que la democracia y no los mercados
gobiernen un país con una economía en caída libre. Y, como recuerda ÎiÏek,
«Grecia es uno de los campos de pruebas del actual modelo socioecónomico». Es
cierto que no tiene un programa revolucionario, como se le critica desde
posiciones anticapitalistas, pero el hecho de haber marcado como prioridad a
las clases más desfavorecidas supone un intolerable desafío al sistema neoliberal.
Así lo entendió el primer ministro británico, David Cameron, cuando hace unos días aseguró que se están llevando a cabo los preparativos para la expulsión de Grecia de la eurozona. O la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, al advertir de que si los griegos rechazan las medidas de austeridad en las próximas elecciones «entonces alguien tendrá que pagar el precio».
A los líderes europeos poco les importa que durante meses millones de griegos se manifestaran en las calles contra los recortes, ni que dos terceras partes de los votantes optaran el pasado 6 de mayo por partidos opuestos a esas políticas. La respuesta de los ciudadanos, acuciados por el paro, la caída de los ingresos familiares y el aumento de los impuestos, tiene una nueva cita con las urnas el próximo 17 de junio.
Una agresión neonazi enfrenta a Grecia con su violencia de extrema derecha
La agresión física de un diputado del partido neonazi griego Amanecer Dorado a dos electas de Syriza y del Partido Comunista Griego (KKE), en plena campaña electoral, ha actuado como un detonante revelador para Grecia, después de años de tolerancia de la violencia de la extrema derecha.
La imágenes del portavoz de la formación ultraderechista, Ilias Kasidiaris, golpeando tres veces en la cara a la diputada comunista Liana Kanelli durante un debate televisivo el jueves provocó la reacción del conjunto de la clase política y los medios de comunicación, hasta ahora indiferente. El arrebato de ira de Kasidiaris se produjo cuando otra diputada, Rena Dourou, de Syriza, le recordó su procesamiento por un atraco a mano armada. Kasidiaris le lanzó el agua de un vaso y golpeó a Kanelli cuando ésta le recriminó su actitud.
El Gobierno denunció «categóricamente» un «ataque contra la democracia» a poco más de una semana para las elecciones del 17 de junio.
El avance si precedentes de Amanecer Dorado en las legislativas del pasado 6 de mayo, al lograr el 6,9% de los votos y 21 diputados, y su participación en el diálogo público «le ha sacado de las sombras y ha revelado su comportamiento fascista, que había disimulado hasta ahora debido a su semiclandestinidad», afirmó a AFP Sophia Vidali, criminóloga de la Universidad de Tracia.
Beneficiado por «la tolerancia social» y la connivencia policial ante sus ataques a inmigrantes, supo capitalizar «la inquietud y el miedo frente a la ola de inmigración, la crisis económica y el empobrecimiento», opinó Vidali.
La Liga griega de Derechos Humanos denunció de nuevo el jueves, en una carta dirigida a la ministra responsable de la Policía, la «impunidad» de la que gozan los autores de esos ataques, que ha generado un «clima de miedo». Pocas veces se hace justicia en los raros casos de violencia racista que se tramitan. Un ejemplo son los dos juicios pendientes contra Kasidiaris, ambos aplazados.
Tras la agresión del jueves, la Fiscalía ha ordenado la detención de Kasidiaris, hasta ahora sin éxito, por «incitar a un mayor uso de la violencia».
El politólogo Thanassis Diamantopoulos constata los mensajes de apoyo a Kasidiaris en las redes sociales, aunque confía en que el partido sea aislado y autoexcluya a sus representantes de las tribunas mediáticas, tal y como anunció el jueves. Añadió que «el miedo de la violencia podría jugar el 17 de junio en su contra» y recordó que los últimos sondeos ya le pronosticaban una bajada en la intención de voto, que podría situarse en el 4%.