Un Borbón en Botsuana caza elefantes mientras en España los parados lo pasan mal

El timón de una nave se le confía únicamente a quien tiene experiencia en la materia, aunque sólo corran peligro cuatro pasajeros y unas pocas mercancías; pero el Estado, donde tantos miles de personas están en juego, se lo confiamos a un cualquiera. Para hacerse cochero, se aprende el oficio, se practica, se entrena uno; pero para ser príncipe, creemos que basta con haber nacido. (Erasmo de Rotterdam)



El rey celebraba, clandestinamente, el aniversario de la proclamación de la segunda República española cazando elefantes, la mala pata es que se rompe una pata y todos nos enteramos.
El elefante del rey


Así se mata a un elefante
Se van esclareciendo las causas del disparo que se pegó el niño en el pie:

Culturilla:
¿Cuantas patas tiene un elefante?
Elefante: Animal de tamaño impresionante (los de Botsuana llegan a medir hasta cuatro metros de altura), inteligente, cariñoso, dotado de una trompa llamativa. Cabría pensar que el elefante obtuvo su nombre de alguna de estas cualidades, pero fue de sus colmillos de marfil de donde surgió la denominación por la cual es conocido. Los griegos llamaron a estos animales elephas, término que inicialmente significaba "marfil", como podemos constatar en chryselephantine, de donde proviene nuestro 'criselefantino' (v: criselefantino) 'pieza escultórica hecha de oro y marfil'. La palabra fue heredada por los latinos como elephas -ntis; pero en la Edad Media cambió en latín, en inglés y en francés a olifantus. El desconocimiento de este animal era tal en los países europeos, que en inglés antiguo se llamó olfend al camello... ¡por confusión con el elefante! En español, la palabra aparece con su forma actual desde mediados del siglo XIII: Mas los romanos non pudieron entrar en las azes de los de asdrubal por los elefantes que les espantauan los cauallos. e por esso ouieron su acuerdo e buscaron manera de que se pudiessen luego ayudar (Alfonso X el Sabio: Estoria de España I). En inglés, la forma original elephant solo volvió a prevalecer a partir del siglo XIV, y fue usada para designar también al marfil hasta comienzos del siglo XVIII.En español, se acuñó la expresión 'elefante blanco', tomada del inglés, para referirse a un bien cuyo mantenimiento cuesta tanto dinero que en poco tiempo se vuelve insostenible. Esta expresión nació de la costumbre de los reyes de Siam de regalar elefantes blancos a los cortesanos que les desagradaban. Como estos no podían deshacerse de un regalo del rey, acababan arruinados por el costo de su mantenimiento. África es el destino más codiciado por los cazadores de elefantes de todo el planeta, y Botsuana, al sur del continente, es uno de los lugares preferidos por los amantes de la caza mayor. La caza de este paquidermo es considerada un deporte de reyes y de millonarios, y abril es el mes recomendado para cobrar grandes piezas, en cacerías cuyos precios pueden llegar a los 30.000 euros.