Opinión de política y las fiestas

El lunes 4 de julio de 2011 tuvimos una reunión la subcomisión de cultura de la comisión de fiestas, donde, antes de plantearlo, se nos informó a los participantes de IU que asistíamos, que la mayoría restante no estaban de acuerdo, de que figurara la Agrupación de Izquierda Unida de Fontanar como organizadora de las actividades que querríamos montar durante la semana cultural en el programa de fiestas para el sábado 6 de agosto, pues al ser mencionados como partido político en el programa, estábamos politizando las fiestas.

Ante esta cuestión cabe reflexionar cuál es el papel de la política y su finalidad última: ¿Incordiar? ¿Molestar? ¿Buscar el bien común? ¿Representar una corriente de opinión?...y ¿Qué es una fiesta? Si miramos en la RAE, después de muchas definiciones solemnes y religiosas, (este diccionario anda un poco anticuado) en sexta posición está una definición más acorde con los tiempos que corren: “Reunión de gente para celebrar algún suceso, o simplemente para divertirse.”

Pero celebrar y divertirse, para mí, tiene que ver con alcanzar momentáneamente un poco de felicidad, buscar ese estado que nos es negado a los mortales en la mayoría de los momentos de la vida: Tratar de buscar temporalmente, un estado de ánimo para complacernos con nosotros mismos y con los otros, como seres sociales que somos.

Cada ser humano siente y vive la fiesta de diferente manera: Unos valoran mas en baile, ese movimiento sin sentido que alegra el cuerpo y emociona todo nuestro ser. Para otros, la fiesta, es un refugio, perder la conciencia del mundo real, donde los alcoholes y otras sustancias sirven para huir a otros mundos donde gustaría vivir.
Por lo visto, al ser humano le hace feliz actividades de lo más diversas: comer, beber, ver perros correr detrás de un señuelo de liebre, sentir el peligro controlado, ver al miedo en otros o en ellos mismos, como es el caso de los toros. Cada uno, según su naturaleza, su educación, y sus dotes, buscamos satisfacer esa necesidad momentánea de felicidad por caminos de lo más variopinto.

¿Pero qué tiene que ver esto con la política? ¿Qué es política? Si volvemos a mirar en el viejo diccionario REA aunque esté ahora en red: vemos que una de sus acepciones más próximas de política es: “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.” O “Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado”, en este caso tratar de pasarlo bien en grupo. Luego todo lo que hacemos en común es política: si miramos el futbol, hacemos política, si nos juntamos más de lo normal (antes había que pedir permiso a gobernación) estamos haciendo política. Las fiesta del pueblo es un acto político. Y aunque muchos no quieran entenderlo así, cuando se decide hace un acto A en vez de otro B, se toma una decisión política, aunque no se quiera decir, por la vieja educación castrante tenida en este país. Aunque no se quiera, la fiesta es un acto social y político, al que todos estamos invitados, siempre y cuando no se nos note lo que pensamos del mundo, salvo que estemos borrachos, caso en que se nos puede perdonar.
Jesús María Rocha Torres